Como si hubiera sido dibujado por Munch, en algunos muros del Madrid 2010 aparece este grito de Osodemadrid, abogado de los desgraciados, menesterosos, desamparados, de los ignorados.
Esta imágen nos sitúa en un país en el que la crisis no se conoce. Se padece la hambruna y la agencia REUTERS muestra el padecimiento a la sociedad que vive por y para el dinero, la apariencia, la productividad. Son muchas las voces de expertos en Economía, filósofos y pensadores políticos que llevan denunciando desde hace tiempo las verdaderas causas de la crisis económica y no son otras que la deshumanización de las reglas basadas en el dinero, en el egoismo globalmente estructurado. José Luis Sampedro, un anciano sabio, honesto y libre de toda sospecha-cercano a nosotros-lleva lamentando desde hace mucho tiempo que frente a la productividad, al desarrollo insostenible, al dinero "no valen nada la solidaridad, igualdad, justicia, educación"...Los que hablan de Humanismo están hablando de Gobiernos formado por aristócratas de corazón. Y ello no se da. Y cuando se da, es machacado por los poderes fácticos...Ahí está Obama. Un estadista limpio, deseando sinceramente construir un mundo mejor y los grandes poderes del sistema americano basados en la economía salvaje y en el egoismo de los más ricos, están estrangulando desde el Congreso toda iniciativa que manifiesta en aras de esa finalidad...No, los hombre sabios, los que son necesarios para que la sociedad no sea miserable intelectual, moral, éticamente necesarios, deben ser silenciados y apartados.
Este hombre pide en varios idiomas para-dice-llamar la atención también de los turistas. Dice no ser muy desgraciado porque cuentan con sus perros, que le siguen allá donde va, que le protegen ...Sí, dice que le gustaría tener trabajo, pero ya va perdiendo la esperanza de lograrlo.
Mientras esculpe sobre rectágulos de madera con la esperanza de vender su trabajo, este artista autodidacta espera que algún transeúnte que pase por delante le compre alguna de las piezas en relieve. Con su actitud quiere mostrar que si trabajo convencional le falta, sus manos pueden propiciar el pan de cada día...Y también busca-dice-el respeto de quienes pasen cerca de él.
Ejemplo de uno de los tenderos que con ingenio esperan atraer compradores hacia el interior de su establecimiento desde el escaparate cada vez más abarrotado de productos por si acaso...Por si acaso compran,pero también para dar un poco de ánimo, si ello es posible, a quien leen el cartel.
Por toda una pequeña ciudad están pegados estos reclamos pegados sobre las paredes de los edificios y que nadie quita desde hace meses, como si sus convecinos mostraran así su solidaridad...Imágenes que forman parte de las múltiples imágenes de la sociedad de la crisis.
El saltibanqui es una figura ya familiar en los semáforos de las grandes ciudades que ponen una nota de color en el gris aslfalto