Acto de entrega de los Premios Príncipe de Asturias 2010
En los premios institucionales se suelen congregar una parte mínima de las mentes privilegiadas y de comportamientos admirables que se manifiestan en discursos en los que se reflexiona sobre
"ética, pensamiento, ejemplaridad humana, valores imperecederos, solidaridad...". Así fue en el acto de entrega de los Premios Príncipe de Asturias 2010 el pasado viernes en el que Alain Touraine, Zygmunt Bauman (Comunicación y Humanidades), Richard Serra (Arte), Linda Watkins, David Julius, Baruch Minke (Ciencia y Técnica), Amin Maaluf (Letras), Myriam Garcia Abrisqueta, Cecile Samagui (Concordia), el equipo de arqueólogos de los Guerreros de Xián representados por Xu Weihong, Cao Wei y Zhan Weixing (Ciencias Sociales) y Vicente del Bosque (Deporte) señalaron el camino que lleva a la grandeza de la Humanidad. Escenarios en los que esas personas de mentes privilegiadas no mencionan la estética. Pero en el acto al que me refiero, contemplando a buena parte de las mujeres, cualquier observador diría que era más un acto "social-de-lucimiento-estético" que una oportunidad para estar rodeado de sabiduría del buen vivir y del buen hacer. Las miradas recíprocas, los comentarios frívolos sobre cómo vestían o iban peinadas las otras que les rodeaban, sugerían una puesta en escena de otros foros más mundanos.
Para Amin Malouf en el siglo XXI se vislumbra un retroceso
ético, aunque se den progresos científicos y tecnológicos
Durante el discurso del escritor Amin Maalouf, la cuestión más "trascendental" en algunas damas era descubrir si las famosas asistentes o las representantes institucionales y sus parientas se habían hecho "algunos arreglillos" en la cara...Y sí, muchos de esos rostros se habían hecho "arreglillos". Son rostros que llevan la larga huella de "arreglillos", especialmente en el "morro", cada vez más abultado; el rostro cada vez más alisado. Son rostros del status social, de la economía pudiente, de los roles privilegiados, del vacío. Rostros del nuevo femenino. No, no feminismo...El feminismo es otro concepto y otra manera de estar en la vida. Feministas son mujeres realmente ejemplares de la grandeza del ser humano y con lo que se identifican muchas mujeres, de lo profundo, del enriquecimiento interior; de exponer las arrugas con libertad y gallardía porque se enorgullecen de su trayectoria como personas...Estoy pensando en las mujeres que obtuvieron su galardón Príncipe de Asturias como son Cecile Samagui junto a Myriam García Abrisqueta y Xu Welhong; Margarita Salas (laureada bioquímica), Hilary Clinton (un ejemplo de la coherencia política), Angela Merkel (ejemplo de conciliación de trabajo en política y vida privada ejemplar), Barbara McClintock (Premio Nobel de Medicina 1983), Toni Morrison (la profundidad literaria y Nobel de Literatura 1993)...Y tantas y tantas médicas, científicas, escritoras, cineastas, empresarias que están realmente liberadas, emancipadas; lo que les permite estar por encima de la imágen del botox, de la frivolidad en la que se da un mensaje subliminal pernicioso...Sí, en este acto tan solemne de la entrega de los Premios Príncipe de Asturias es el acto femenino de la imágen, de esas féminas famosas que buscaban ser miradas y admiradas y sobre las que, al mirarlas, la pregunta sería. ¿qué quieren ser?...No, está mal planteada la pregunta. Lo correcto sería preguntar ¿qué pueden ser?...La alternativa quizás no sea otra que seguir apostando por los "arreglillos" y la imágen externa...Lo malo de este tipo de modelo de "feminismo de salón" es la falta de responsabilidad social, son los mensajes que se envía a las adolescentes porque las estadísticas sobre el impacto que tiene la estética en las niñas y las adolescentes son alarmantes: Los regalos que más demandan a sus progenitores son "unos pechos más grandes, labios más gruesos, nariz nueva", según declara uno de los trabajadores de un centro de estética en España.
Amin Maalouf, en su discurso como premiado con el Príncipe de Asturias planteó varias cuestiones: ¿Quienes somos?. ¿Qué pretendemos construir?. ¿Qué sociedad?. ¿Basada en qué valores?...Ya digo: ¡Qué contrastes en un mismo espacio!...¡Qué abismo de valores!...¿Qué sociedad quiere ser la española?...¿La de los paises formados e informados como son los nórdicos?. ¿Los bananeros o berluconianos en los que lo que prima es la estética para esconder la falta de ética, la corrupción?.