28 febrero 2010

LOS NEGRITOS DE TOULOUSE-LAUTREC Y EL MUSEO-PALACIO GÓTICO MEDIEVAL DE ALBI

 











Museo Toulouse-Lautrec en Albi. Un cuadro de 65x50 centímetros llama la atención. La escena  resulta enternecedora y alegre para el observador. Un negrito baila en un bar. A su izquierda, el camarero mira socarrón en silencio. A la derecha, un músico toca una especie de lira y al fondo, se suponen clientes que siguen la escena ó toman una copa. Es una secuencia, una de tantas que inmoralizó un asíduo de este local: Toulouse-Lautrec. El sitio  es real,  THE IRISH AMERICAN BAR (Rue Royale de París), el camarero existió (el famoso maître Randolphe), El negrito trabajaba dicen de payaso en un circo (algo habitual en la época, el circo para los negros) y todas las noches iba al bar y bailaba convirtiéndose en una especie de bufón para los parroquianos. CHOCOLAT DANSANT es el título de esta obra pintada con técnica mixta (acuarela, tinta, tiza y lapiz) que algunos críticos rechazan al ver "connotaciones de discriminación racial."


Toulouse-Lautrec, voyeur nocturno, bohemio impenitente
Esta obra fue pintada por Toulouse Lautrec en 1896 con el título "Chocolat dansant dans un bar" para una de las más importantes e influyentes publicaciones satíricas parisinas de la Belle Époque: el semanario LE RIRE (1894-l950) y que hoy es un tesoro para los coleccionistas. Este "Chocolat" de T.L. es uno de tantos personajes de circo que describió en sus múltiples exponentes sociológicos de los mundos que frecuentaba y no es el único negrito. Su NEGRO TOCANDO EL BANJO forma parte de la serie circense realizada de memoria y que hoy  integran el fondo del Museo Toulouse-Lautrec de Albi.

Recorrer el Museo (http://www.museetoulouselautrec.net/) es  peregrinar por uno de los mayores santuarios de arte del mundo-el mundo de un voyeur de la noche, un bohemio impenitente- en el que se guarda una de las más importantes colecciones internacionales.  Transitar por  este centro de arte es  penetrar en la aritocrática familia del pintor (padre, conde de Toulouse-Lautrec; madre condesa de Céleyran), en su infancia, en su adolescencia marcada por su enfermedad,  sus amantes, amigos, los antros parisinos, los ambientes que marcaron su obra y que el pintor  quería describieran "los real, no ideal". Gran parte de ese mundo está expuesto en el Museo Toulouse-Lautrec situado en el centro de Albi ( ciudad de orígen romano situada a 80 kilómetros de Toulouse) y conocido también por Palais de la Berbie, una joya gótico-medieval del siglo XIII que fue palacio episcopal y que despues de la separación Iglesia-Estado en 1905 fue cedido al Ayuntamiento de la ciudad en 1907. Desde 1922 este palacio es sede del Museo Toulouse-lautrec gracias al legado de la madre del pintor y así descubrimos el trayecto Albi-Monmartre-Moulin Rouge entre otros puntos vitales en sus pinturas, dibujos, litografías, fotos...Pero también existe una colección de otros artistas como Matisse, Gauguin, Bernard, Degas...El Arte Antiguo, La Colección de Arqueología, las exposiciones temporales, manifestaciones culturales, actividades puntuales como son los cursos de Arte Contemporáneo impartido por doctores en Arte, talleres para niños y adolescentes...

Albi es una ciudad especial y la obra de Lautrec la hace más singular
 Un museo activo en una de las ciudades más acogedoras de Francia porque salir del museo es asombrarse de la excelente conservación del casco antiguo marcado por el uso del ladrillo rojo cuya arcilla fue proporcionada por el rio Tarn, recorrer las calles es ir al encuentro de una aplacible estadía con visitas a monumentos como la Catedral de Santa Cecilia, la Colegiata y Claustro de Saint Salvy, los molinos, paseos por jardines y puentes como el Puente Viejo desde donde se contempla el río, de recorridos por calles no muy concurridas, de cafés que invitan a mirar las idas y venidas de sus amables y tranquilos habitantes, comer deliciosamente en pequeños y acogedores restaurantes y no dejar de vagar por el sendero de más de 3 kilómetros bordeando la ribera de su caudaloso río.