Thorbjorn Jagland, como presidente del Comité del Nobel en Noruega, no pudo entregar personalmente la medalla de la Paz a Liu Xiaobo el día 10 de diciembre. Desde la cárcel en China sabía que el mundo entero estaba fijando la mirada en la silla vacía en la que Jagland depositaría la medalla que simboliza su "la larga lucha no violenta por los Derechos Humanos fundamentales de todos los ciudadanos chinos en su tierra"...La silla se transformó en un gigantesco símbolo de los valores del Premio Nobel de la Paz 2010, surgiendo un efecto opuesto al deseado por el Gobierno de Pekin que no es otro que anular el mensaje de Liu Xiaobo y estos premios cuyo objetivo es vincular Derechos Humanos, Democracia y paz.
Liu Xiaobo no es el único a quien la tiranía de un Gobierno le ha impedido asistir a la ceremonia de los Nobel para recoger su galardón personalmente. Basta entrar en la página oficial de los PREMIOS NOBEL para poder revisar la lista de los represaliados a quienes se les imposibilitó la presencia en Noruega y las razones de ello; siempre en el marco de Dictaduras y de dictadores temerosos de mentes libres que deseaban denunciar ante el mundo la falta de libertad de expresión, de Derechos Humanos, de valores democráticos en sus respectivos paises...El Nobel de la Paz 2010 ha sido más afortunado que sus predecesores. Los avances tecnológicos han permitido que su mensaje pacifista sorteara la censura informativa por el Gobierno de Pekín. Internet y las redes sociales han hecho posible que ciudadanos del mundo expandieran los mensajes, advertencias, amenazas de un Gobierno que diseña la sociedad sólo en valores mercantilistas. Gracias a estos avances tecnológicos, el mundo tiene la capacidad de conocer la mentalidad de una China cada vez menos enigmática, cuyo poder gubernamental expone sus cartas sin pudor, conscientes de su valor cuantitativo como gigante de la economía mundial desde que comenzara a erigirse en el mayor comprador del mundo.
China sigue comprando y comprara con exquisita meticulosidad. Algo que sólo satisface a aquellos Gobiernos a quienes China compra su deúda pública hipotencando su propio futuro y a aquellos que están estableciendo relaciones comerciales con el pais asiático, a través de empresas cada día más numerosas...No para los ciudadanos del mundo cuyos valores esenciales son cualitativos y siempre basados en Derechos Humanos. Para esta ciudadanía, China es vista con recelo y analizan cada gesto. Internet y las redes sociales son un extraordinario espacio para que nadie deje de conocer qué les pasa a los ciudadanos de China y del mundo.
Las portadas del pasado mes de noviembre de las más prestigiosas publicaciones internacionales, THE NEW YORK TIMES MAGAZINE y THE ECONOMIST han evidenciado lo que China representa y representará en este mundo globalizado: El mayor comprador. China se satisface de mostrarse como potencia económica...¿Mostrará en el futuro otra faz que la que está revelando hasta ahora, la que bien conocen ciudadanos castigados como Liu Xiaobo, su familia, sus amigos, los que han luchado y luchan por una China que respete la libertad de expresión, las libertades individuales?...Son cada vez más las voces autorizadas en campos como Economía, Historia, Política, Filosofía y Psicología las que hacen hincapié en subrayar que "analizar a China desde el punto de vista de Occidente es un gran error". Uno de los últimos libros más reveladores de la psicología ancestral y vigente en la actualidad es el traducido del chino y comentado en Francia por Jean Levi "L´Art de la guerre" (Nouveau Monde Editions), escrito por Sun Tzu 500 años antes de la era cristiana. En el libro se habla de que "en la estrategia china todo es como el agua: sin forma fija, fluidez, tenacidad, envolvente, sinuosa y todo silencio".